Un perfil de nuestros vecinos inmigrantes en Virginia Central

En la región central de Virginia hay alrededor de 100.087 inmigrantes. Los virginianos nacidos en el extranjero constituyen el 9% de los residentes de la región, un porcentaje inferior al de la población nacida en el extranjero del estado (13%) y a la media nacional del 14%. Visto de otra manera, casi 1 de cada 10 de las personas que viven en el centro de Virginia han nacido en el extranjero. Además, el 44% de los inmigrantes de la región residen en el condado de Henrico.

Los inmigrantes que residen en el centro de Virginia provienen de muchos lugares. Casi 8 de cada 10 inmigrantes de la zona provienen de Asia o Latinoamérica, y la mayor parte de ellos son asiáticos. El país de origen predominante entre los inmigrantes de la zona es la India, que representa el 13% de todos los residentes nacidos en el extranjero. Después de la India, los cinco principales lugares de origen son El Salvador, México, Guatemala y Vietnam. Entre otros países de origen comunes se encuentran China (excluyendo a Taiwán y Hong Kong), Filipinas, Corea y Honduras.

La raza y el origen étnico de los inmigrantes también es diverso. Más de 8 de cada 10 inmigrantes de la región son personas de color. En concreto, más de un tercio (36%) de los residentes nacidos en el extranjero afirman que su raza y origen étnico es latino y de cualquier otra raza, y alrededor del 33% afirman que no son latinos, son asiático-americanos o de las islas del Pacífico. Alrededor de 1 de cada 10 inmigrantes de la zona se identifican como negros, y casi 2 de cada 10 se identifican como blancos (17%).

Casi la mitad (47%) de los residentes del centro de Virginia nacidos en el extranjero son ciudadanos naturalizados, una cifra ligeramente inferior a las tasas estatales y nacionales. Esto significa que han cumplido un largo período que incluye varios años de residencia y la aprobación de un examen sobre la historia, las leyes y las costumbres de los Estados Unidos, entre otros requisitos. Además, la mayoría de los inmigrantes del área no son nuevos: alrededor del 20% han vivido en el área desde antes de 1990, y la mitad llegaron a los Estados Unidos entre 1990 y 2009.

Muchas personas siguen prefiriendo Virginia como su nuevo lugar de residencia, y casi un tercio de los residentes inmigrantes se mudaron a la zona después de 2010. Aunque hay pocos niños nacidos en el extranjero en el centro de Virginia, muchos niños nacidos en el país tienen padres nacidos fuera de los EE.UU. Un 17% de los niños de la zona han nacido de al menos un progenitor extranjero, lo que demuestra que muchos inmigrantes de Virginia se arraigan, forman familias y están criando a los líderes e innovadores del futuro de la comunidad.

Los inmigrantes ocupan un lugar importante en la fuerza laboral y la economía de Virginia. La mayoría de los inmigrantes del área tienen edad para trabajar (de 20 a 59 años), y esto se refleja en su participación en la fuerza laboral. Alrededor del 71% de los inmigrantes nacidos en el extranjero en la región trabajan, una cifra superior a la de los residentes de la zona nacidos en EE.UU. que trabajan, que es del 65%. Además, trabajan en diversas ocupaciones, incluyendo los principales sectores laborales de la región. Entre los que están empleados, alrededor de 1 de cada 5 inmigrantes del área trabajan en actividades de servicio, lo que comprende una extensa gama de trabajos, desde auxiliares de salud doméstica hasta meseros de restaurantes, asistentes odontológicos y más.

Muchos inmigrantes de Virginia central trabajan en empleos de oficina y no en oficios que normalmente requieren mano de obra. Alrededor del 28% de la población activa trabaja en lo que se consideran empleos manuales, mientras que el 51% trabaja en lo que se consideran empleos de oficina. Después de las ocupaciones de servicio, el 14% de los inmigrantes nacidos en el extranjero trabajan en ocupaciones de administración, negocios y finanzas. Si bien es el segundo sector laboral más común en el que trabajan los inmigrantes del área, siguen estando poco representados en comparación con la población nativa. Alrededor del 19% de los residentes del área nacidos en EE.UU. integran ese sector del mercado laboral, que tiende a ser muy bien remunerado. Por último, muchos inmigrantes de la zona trabajan en el sector de la construcción (12%) y en ocupaciones de informática, ingeniería y ciencias (11%).

Muchos inmigrantes de la zona también cuentan con una buena educación. Más de la mitad (55%) de la población nacida en el extranjero en el centro de Virginia ha terminado al menos una educación universitaria o superior, y 4 de cada 10 tienen una licenciatura o un título profesional, cifras superiores a las de la población nacida en el extranjero a nivel nacional. Sin embargo, los residentes inmigrantes tienen más del doble de probabilidades de haber cursado solamente una parte de la educación secundaria (y no haberla completado) que los residentes nacidos en los Estados Unidos. Ahora que la matrícula universitaria estatal está disponible independientemente de la condición de ciudadanía, más estudiantes inmigrantes consideran que un diploma de secundaria ofrece una posibilidad realista de ingresar a una universidad y acceder a una educación superior más asequible, lo que a su vez aumentará los niveles de educación de la fuerza laboral de Virginia.

La mayoría de los inmigrantes de la región también hablan inglés con fluidez. Más de la mitad hablan exclusivamente inglés, hablan inglés “muy bien” o “bien”, lo que ha posibilitado que tengan éxito en la educación y en el mercado laboral. Sin embargo, muchos todavía están en el proceso de aprendizaje y más de 2 de cada 10 inmigrantes en la región hablan inglés a niveles inferiores a “bien”, y es importante reconocer sus necesidades.

Tal vez debido a los altos niveles de educación y empleo, los ingresos medios de los hogares de los inmigrantes y de los residentes nacidos en Estados Unidos en el centro de Virginia son similares y relativamente altos, alrededor de 70.000 dólares. Si se analizan más detenidamente estos datos por nacionalidad, se observa que muchos inmigrantes de color han logrado tener éxito económico en la región. Los ingresos medios de los hogares de los inmigrantes que son asiático-americanos o de las islas del Pacífico alcanzan los 94.500 dólares. Los inmigrantes latinoamericanos y de cualquier otra raza, sin embargo, tienen ingresos familiares medios de unos 46.000 dólares, lo que puede suponer dificultades para algunos a la hora de cubrir el coste de la vida en el centro de Virginia. Aunque en general los ingresos son altos, muchos pagan una gran parte de ellos para cubrir los costos de la vivienda.

El costo de la vivienda en la región es uno de los principales problemas para todos los residentes de la zona, y en particular para las familias inmigrantes. Más de una cuarta parte de todos los residentes de la zona nacidos en el extranjero pagan más del 30% de sus ingresos en concepto de gastos de vivienda, una proporción que el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de los Estados Unidos define como peso de los gastos. Si consideramos a los residentes nacidos en EE.UU., alrededor del 21% pagan más del 30% de sus ingresos para cubrir los costos de la vivienda. Aunque es claro que las viviendas asequibles son un problema para todos los habitantes de la zona, los residentes nacidos en el extranjero llevan una carga mayor.

Hay varias opciones de política que mitigarían parte de esta carga de costos de vivienda. A corto plazo, y más específicamente durante la próxima sesión especial, los legisladores deberían restablecer los aumentos de financiamiento otorgados a los programas relacionados con la vivienda, que fueron suspendidos temporalmente en respuesta a los problemas económicos ocasionados por la pandemia de COVID-19. Esto incluye el Fondo Fiduciario para la Vivienda, que otorga préstamos de bajo costo para oportunidades de alquiler y propiedad de viviendas asequibles, defensa contra desahucios/desvío y programas piloto de viviendas asequibles, y aumentos en las viviendas subvencionadas permanentes. Además de restablecer estos nuevos fondos, los legisladores deben realizar inversiones continuas y mayores en el Fondo Fiduciario para la Vivienda y en los programas de vivienda relacionados, para asegurarse de que se satisfagan las necesidades básicas de una mayor cantidad de personas en Virginia.

La reducción de las barreras para la nueva construcción de viviendas de alta densidad, asequibles y de ingresos mixtos también podría reducir los costos de la vivienda tanto para los hogares de inmigrantes como de los estadounidenses. Las políticas de zonificación inclusiva y de reforma de la zonificación, la última planteada en la última sesión legislativa, buscan exigir a los constructores que vendan o alquilen una parte de una urbanización residencial a las personas con ingresos más bajos y que permitan los dúplex en áreas zonificadas solamente para viviendas unifamiliares para facilitar la construcción de viviendas asequibles. Estas políticas, conjuntamente con la aplicación y el fortalecimiento de los estatutos contra la discriminación, ayudarán a asegurar que no se rechace a las familias debido a su raza, nacionalidad o estatus migratorio y ayudarán a reducir los problemas de vivienda en la región central de Virginia.

El acceso a la cobertura de la atención médica es otro obstáculo para algunos en la región. Mientras que el 93% de los residentes de la zona nacidos en EE.UU. cuentan con un seguro médico, solamente el 74% de todos los residentes de la zona nacidos en el extranjero tienen un seguro médico. Esta tendencia es más marcada en el caso de los inmigrantes de la zona que no son ciudadanos, que tienen tasas de cobertura sanitaria aún más bajas que la población naturalizada nacida en el extranjero. Menos de la mitad de los no ciudadanos tienen cobertura de salud pública en comparación con los residentes de la zona nacidos en los Estados Unidos. Además, más de 4 de cada 10 personas, 21.973 residentes del área, de todos los no ciudadanos de la región, no cuentan con ninguna cobertura de salud.

El número de no ciudadanos sin seguro no ha cambiado significativamente desde 2014, lo que demuestra que siguen existiendo disparidades en la cobertura. El acceso a una cobertura de atención médica asequible en la zona era un problema desde mucho antes de la pandemia de COVID-19, y puede ser una de las razones por las que el programa COVID-19 está afectando en mayor medida a los residentes que son latinos y/o negros. Los legisladores deberían asegurarse de que la financiación para eliminar las barreras, como la regla de los “40 trimestres”, se restablezca plenamente durante la próxima sesión legislativa extraordinaria para de abordar algunos de los problemas de acceso a la atención médica. Además, se deben tomar decisiones políticas adicionales e intencionales sobre el cuidado médico que ayuden a los inmigrantes y a las personas de color durante este momento especialmente difícil y una vez que se supere.

Los residentes del centro de Virginia que son inmigrantes, y los inmigrantes de todo el estado, son miembros clave de nuestras comunidades y contribuyen positivamente a nuestra economía. Esto se debe a que la mayoría de los residentes de larga data de la región se han arraigado a este lugar y algunos de ellos han tenido éxito. Sin embargo, abordar los desafíos que enfrentan muchos en la comunidad inmigrante del centro de Virginia, como los bajos ingresos, la falta de seguro médico y las barreras idiomáticas, es fundamental para garantizar el bienestar de nuestras comunidades y para hacer que el estado de Virginia nos favorezca a todos nosotros.